Lo que más quiero es que mi Chile, en este fin de semana, celebre como Dios manda. Nos merecemos unos días de esparcimiento, colores y alegría, que todo chileno celebre sin importar sus tendencias, porque eso es lo que hace a nuestro país tan rico: podemos llegar a ser muy distintos, pero nos une nuestro amor por la patria.
Y por sobre todo, ojalá ese sentimiento de alegría, compañerismo y unidad que hemos podido ver durante estos días, con show de luces y bandera gigante incluída, se mantenga por muchos días más, porque me encanta ver así a la gente de mi país.
Para todos, unas muy felices fiestas patrias.
¡VIVA CHILE!
